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viernes, 18 de enero de 2013

DOCUMENTO BASE, MESA-3 PROPUESTA DE MODELO ECONOMICO ALTERNATIVO DEL CONGRESO SOCIAL HACIA UN NUEVO CONSTITUYENTE


PROPUESTA DE MODELO ECONOMICO ALTERNATIVO DEL CONGRESO SOCIAL HACIA UN NUEVO CONSTITUYENTE
DEFINICIÓN HISTORICA  DE LA ECONOMÍA POLÍTICA
I.- LIBERALISMO, ESENCIA DEL MODO DE PRODUCCIÓN CAPITALISTA
Cuando se habla del modelo teórico de la Economía Política, fraguado en la esfera del imperialismo y en lo que ahora conocemos como el “Consenso de Washington” que fue impuesto a todo el mundo hace más de tres décadas, el Neoliberal, la percepción de los activistas de izquierda en lucha y de la gran mayoría de la sociedad, y hasta de los propios analistas de la oligarquía, es  de la invención o descubrimiento de algo nuevo, sin embargo en el análisis de las ciencias sociales y más en la economía, nada se inventa, sólo se transforma desde el núcleo de poder para seguir, de acuerdo a las circunstancias del momento histórico, el dominio y la concentración de la riqueza.
Los que nos decimos pretensos de la transformación económica, social y política, en específico desde el Congreso Social Hacia un Nuevo Constituyente CSHNC, que nos conduzca a un mejor estadio, con condiciones de igualdad y justicia, tenemos la obligación de intentar por todos los medios y con la mayoría posible de todos los sectores de la sociedad,  expandir los conceptos básicos que nos conduzcan al conocimiento elemental del origen, causas y consecuencias de este modelo Monetarista-Neoliberal. De tal manera que se hace necesario reconstruir, en este caso, la génesis de este modelo económico.
Desde la configuración del sistema capitalista, en los siglos XV y XVI, los primeros análisis para ordenar los elementos del nuevo sistema, económico y político se dan desde la perspectiva de la clase que se configura dominante, la burguesía, una clase media alta del centro de Europa de ese tiempo que se revela, despechada en el feudalismo, por no contar con los títulos novelescos de la época. Esta nueva clase que se apuntala valiéndose de la clase trabajadora antigua, los siervos, para consolidar su hegemonía en el nuevo sistema. Citaremos, entonces, a las más trascendentes escuelas del pensamiento económico burgués.
LOS ABUELOS DE LA ECONOMÍA POLÍTICA
De esta manera el origen de la Economía Política Burguesa  subyace históricamente en dos corrientes fundamentales del siglo XVI al siglo XVIII. Denominados en su orden, Mercantilistas y Fisiócratas.
Mercantilistas, es la corriente que basa su análisis en el empoderamiento y la competencia por concentrar riqueza vía el comercio entre las naciones, previamente constituidas con el fortalecimiento interno bajo el concepto de Estado Nación. La garantía de esta fortaleza está dada, según los mercantilistas, por la acumulación de metales preciosos venidos del saqueo de las colonias, sobre todo de América. Pero además acotan a este Estado, que ellos mismos fomentaron bajo el concepto de Estado Nación, a un papel de garante de esta nueva clase dominante, la burguesía, pero que éste no debe participar directamente en las relaciones de producción y comercio, es decir el Estado no debe intervenir en las nuevas reglas del Mercado.
Fisiócratas.-  Esta corriente da continuidad a los mercantilistas, puesto que fortalece la concepción burguesa del Libre Mercado, además de acotar al Estado lo condiciona a la abstracción de su participación en la Economía, bajo su sino del “Laissez Faire, Laissez Passe”, Dejar Hacer, Dejar Pasar, en el que el destinatario es el Estado Gobierno, ya que el proceso productivo para los fisiócratas esta dado de manera natural, porque el diseño del proceso de producción, basado en la acumulación de riqueza responde a causas naturales, Gobierno de la Naturaleza, que en el estricto orden económico tal acumulación de riqueza se da con origen en la tenencia, dominio y expansión de los frutos de la Tierra.
De esto podemos concluir que estas dos corrientes que pretenden de origen establecer un orden conceptual a las nuevas relaciones de producción capitalista, están basadas en el liberalismo económico. Que para efectos de poder enmarcarlas en el orden histórico de la ciencia económica vía la Economía Política, donde se generan las condiciones teóricas, para que en su aplicación sean Política Económica con instrumentación vía el Estado. A estos iniciadores del método de estudio económico los podemos denominar, para facilitar su interpretación,  como  los Abuelos del Capitalismo. 
LOS PADRES DE LA ECONOMÍA POLÍTICA
Para el siglo XVIII en coincidencia con la denominada, por la propia burguesía, primera revolución industrial se logra dar un método de todos los elementos del sistema capitalista a la fecha, personajes como Adam Smith, Padre de la Economía, David Ricardo y Thomas Malthus,  considerados como Los Clásicos ya que desde este momento se considera a esta como ciencia.
Las aportaciones de los clásicos logran dar un orden científico a los procesos, sus aportaciones al estudio a la generación y su distribución y concentración van desde la división del trabajo, con la que se desplaza el trabajo artesanal y en la producción en serie encamina su consolidación. El aporte de la Renta de la Tierra, que es el reconocimiento al sector primario como el  proveedor de origen a toda la producción de riqueza; para el sector secundario, de transformación de las materias primas y el sector terciario de comercio y servicios. Por último el aporte al estudio de la distribución de la riqueza, demografía económica, donde se muestra la relación entre la producción de bienes y el total de población.
De los Clásicos de la economía concluimos, al igual que los que lo suceden, los llamados Neoclásicos, que preservan y aun más, apuntalan los fundamentos burgueses de sus antecesores, Mercantilistas y Fisiócratas, y que son la médula del sistema, el Liberalismo Económico. Esto es acotan al Estado, a un garante de los intereses de la burguesía vía el control represivo de las trabajadores, bajo el pretexto, que nunca probaron, el aberrante de que siempre todo lo que se produce se consume, y que siempre todos los factores de la producción, Tierra, Trabajo y Capital, están ocupados, el  pleno empleo, es decir, concluyen, que en el capitalismo siempre la economía está en equilibrio. Por tanto, al igual que denominamos a sus antecesores, mercantilistas y fisiócratas, como los Abuelos del sistema, a los Clásicos y Neoclásicos, les hemos de denominar, Los Padres de la Economía Política del Capitalismo.
LA ESCUELA KEYNESIANA DE CAMBRIDGE
Al igual que la economía política burguesa se acompaña históricamente, en la segunda mitad del siglo XVIII, de la primera revolución Industrial. La propuesta teórica de Jonh M. Keynes, economista Inglés, coincide con la Segunda Revolución Industrial, el uso intensivo del combustible que inicia la era del petróleo, en la segunda década del siglo XX y además, apuntala al Imperio Norteamericano.
La Economía Política Keynesiana. Sin duda la escuela de la Economía Política que es un parte aguas dentro de las escuelas de la Economía Política Burguesa, rompe con las categorías de origen y clásicas al darle un papel elemental al Estado, esto es rompe con el liberalismo y demuestra las falacias del equilibrio entre la oferta y la demanda, así como de la autonomía del mercado.  Pero con lo que no rompe es con su esencia de clase, que queda demostrado al ser el gran salvador del sistema en la crisis de 1929 del siglo XX, recupera al Estado como el rector y garante de dinamizar el mercado y exhibe al dueño de los medios de producción, como lo que es, un rapaz y bestial monopolizador. El keynesianismo, entonces, revive al capitalismo, nada más y nada menos. Demuestra en la práctica, es decir como Política Económica, por más de cinco décadas de los 30s a los 70s, de la necesidad de la intervención del Estado, esto es como el eje rector que re-dinamiza la producción y el mercado capitalista, vía la ocupación de la fuerza de trabajo que permita activar la demanda y la circulación del capital, apuesta en esencia por la producción real en el mercado, dejando al mercado financiero como el respaldo de éste, tal cual debe ser, en la misma lógica del sistema.
Con la Economía Política keynesiana, vuelta Política Económica, vía el Estado, se generan mejores condiciones de crecimiento y acompañan la consolidación de un bloque imperialista, liderado por los Estados Unidos de América, dándole crecimiento y desarrollo a la economía capitalista. Nada más y nada menos que por cinco décadas en el siglo XX. La gran aportación de Keynes al sistema, aún burgués, es que exhibe los grandes errores y contradicciones que por más de cuatro siglos, prevalecen aferradas, en el sistema.
Por tanto el keynesianismo, no encuadra en el origen de la Teoría económica hasta ese momento, nos referimos al libre mercado y el aberrante, de todos sus antecesores, de negar la participación del Estado en la economía, cuando el mismo es engendro de la clase burguesa.
LOS NIETOS DEL SISTEMA CAPITALISTA
Monetaristas y Neoliberalismo. La escuela Monetarista de Chicago, se siente ofendida y humillada por el éxito del Keynesianismo. Conservadores y fanáticos del liberalismo de mercado, vuelven y contraatacan al que ven como su peor enemigo de su propia clase, John M. Keynes de la escuela Inglesa de Cambridge, es vituperado, ofendido y tratado casi como traidor.
Es por ello que se vuelven rabiosos, coléricos y poseídos a tomar las riendas del sistema. Nunca se fueron,  más bien se atrincheraron en su impotencia e inconsciencia a lamerse sus heridas, mientras el capitalismo era revivido. Fraguan su plan, y aquí están,  desde la década de los setentas del siglo XX decretan el agotamiento de un sistema económico de Estado. “El Consenso de Washington” Reagan–Thatcher, conocido así por la convergencia de los países imperialistas a inicio de los ochentas para imponer ajustes en  todo el mundo, bajo la tutela del Banco Mundial, e incluso, el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros.
La escuela Monetarista de Milton Friedman, Robert Lucas y Friederich Hayeck, como cabezas visibles son los arquitectos del desastre generado desde hace más de tres décadas como Política Económica  y que prevalece. Los resultados están más que vistos, han destruido y vuelto una mercancía desechable a todo. La cultura, la educación, las condiciones laborales, y así en todos los sectores.
La infamia de los Monetaristas de Chicago, incluso, ha sido superponer las variables macroeconómicas, como lo es su obsesión por el control de la inflación y su peor inmundicia, superponer el Mercado Financiero al Mercado real de la Economía. Por todo esto, a ellos los llamamos los Nietos del Capitalismo, porque después del Keynesianismo, reviven a sus abuelos mercantilistas y fisiócratas y a sus padres, los clásicos y neoclásicos. De ahí la denominación como Neoliberales, ya que vuelven de nuevo a imponer el libre mercado o liberalismo económico.
Prevalece el Monetarismo-Neoliberalismo, porque se ha acompañado, deliberadamente, de fenómenos basados en la lógica del sistema que marcan las relaciones de producción, y en primera instancia, de la llamada Tercera Revolución Industrial, robótica, microelectrónica, biotecnología que imponen un nuevo orden en la geografía económica, que después de la caída del “Socialismo Real”, pasa de una bipolaridad a la famosa Globalización, que no es más que la tras nacionalización monopólica del imperialismo hacia todo el mundo, arrasando con las condiciones laborales y el medio ambiente, bajo el concepto de “Ventajas Comparativas” que le da vida a una multipolaridad que luego deriva en otra concentración, nos referimos a la migración de la producción sobre todo en Asia, primero con los famosos “Tigres del Pacífico”, Hong Kong, Singapur, Corea del Norte,  Taiwán y ahora en China como la Gran Fábrica del Mundo. Tal fenómeno ha desmantelado las economías del resto del mundo, incluso del propio imperio, se les ha despojado de su soberanía y ha convertido al Estado de esos países en una vulgar oficina de la oligarquía nacional y supranacional.
Con esto el Bloque Imperialista ha prendido sus focos rojos, la crisis del 2008 con réplica en el 2010, se ha vuelto su propio paradigma, la parálisis casi total de las economías emergentes por la concentración de la producción, en China, los tiene en jaque. Estados Unidos ha tenido que recurrir al salvamento de Estado, precisamente su sistema financiero y otros sectores de la economía. Sin embargo, su actitud aberrante y soberbia nos le deja alzar la cara y mirar la realidad, han recurrido al salvamento de su economía, a la escuela Keynesiana, que dicho sea de paso, nunca han podido dejar.  El propio Modelo Neoliberal, como tal, nunca lo han vuelto su política económica, imponen hacia afuera, pero son por antonomasia proteccionistas hacia dentro.
MARXISMO
Es indispensable aclarar que no sería posible el intento de clasificar y adjetivar el proceso de la teoría económica, con los mercantilistas, fisiócratas, clásicos y neoclásicos, sin el método científico y las categorías que resumen este proceso llevado a cabo por Marx. Incluso el marxismo, que muchos entierran, echándose palas de tierra en su propia cara, pero muy a su pesar, este goza de cabal salud. Esto lo vemos porque los fenómenos, de las categorías que él crea, no hubiesen dado lugar al Keynesianismo. Ni tuviésemos con tal precisión una explicación al regreso del modelo original burgués que padecemos ahora, el Neoliberalismo.
La síntesis del valor en los factores de producción, la reproducción del capital, los estadios históricos en los modos de producción y más categorías económicas, como el mercado y la oferta y la demanda. Nos muestran que el método inductivo científico que logra, prevalece en esencia hasta nuestros días.
Por ello es necesario aclarar, que el marxismo no es una escuela de la Economía Política,  como muchos, pretenden conceptualizar. No, el marxismo, no es una teoría económico política, que luego se pueda aplicar dentro del sistema, hecha Política Económica. El Marxismo es la crítica al sistema, en base a las escuelas descritas, es decir, no forma parte del mismo y sugiere un nuevo estadio. Desmenuza y exhibe a la teoría económica burguesa, muestra sus contradicciones, la aniquila y sugiere. Pero tampoco es un catecismo con reglas eternas, su misma propuesta nos arroja a la concreción y condiciones de cada sociedad para su transformación a un mejor estadio de igualdad social. Ese sería nuestro papel, reconocer nuestra realidad y tomar objetivamente lo que subyace en el método para adaptarlo de acuerdo a las circunstancias sociales específicas.
BALANCE  NACIONAL E INTERNACIONAL Y PROPUESTA DE UN NUEVO MODELO
Hemos revisado la génesis del modelo Neoliberal, esto lo hemos concebido como una primicia para poder reconocer nuestra realidad actual. Vivimos, sin lugar a dudas un momento crucial, en el sistema capitalista. Somos testigos y víctimas, como la crisis financiera del 2008 y su réplica en el 2010, incluso, han puesto en jaque al mismo Imperio Norteamericano, que vía el Estado ha tenido que rescatar su sistema financiero, en primera instancia, y otra vez recientemente, de la misma forma atacando su decadencia con la contención de su déficit fiscal, como si todo se pudiera por decreto.
También hemos visto a países que han patentizado su liderazgo en la nueva geografía económica multipolar Brasil, Rusia, India, China y otros como Argentina, Sudáfrica, han podido sobreponerse a sus crisis internas, que casi los llevan a la parálisis. No hay secreto, simplemente, han desechado al decadente modelo Neoliberal y han optado por ponderar su crecimiento y desarrollo, con base en una tutela económica del Estado. Las tasas de crecimiento de estas naciones son del 7%, aun con la crisis, en promedio en los últimos tres lustros.
Son las mismas tasas de crecimiento que México tuvo entre la década de los 40s y 70s. Sin embargo los que han detentado el poder en los últimos treinta años, se aferran a un modelo, que el propio Imperio ve ya con miedo disimulado.
Por qué optamos, nos preguntamos muchos, por supuesto también en el CSHNC, por la decadente continuidad del Neoliberalismo o vamos, sin las simulaciones de nuestro Estado, hacia otra alternativa. Más pruebas no hay. Por ello, nuestra intención es un análisis comparativo de nuestra historia económica contemporánea a la actualidad y dar una propuesta.

DIAGNÓSTICO DE LA REALIDAD NACIONAL
(ISI vs NL)
La realidad en general y, en particular la nuestra,  es compleja y constantemente cambiante; los de ayer no somos los de hoy y los de hoy, no seremos los del mañana.
El México de hoy, es completamente distinto al de hace 30 años.
De 1940 a 1982 nuestra economía creció en promedio del 6.5 %. Había generación de empleo, creación de riqueza material; se producía para satisfacer las necesidades de nuestros compatriotas y solamente se exportaban los excedentes producidos. Había un Estado que aplicó los instrumentos de política económica para lograr el crecimiento y desarrollo económico de la Nación; el Estado regulaba y buscaba armonía entre trabajo y capital con el propósito de generar progreso para todos. Los productores mexicanos eran incentivados y protegidos por las diferentes leyes para producir; accedían a créditos blandos, por parte de la banca, para producir.
En 1940 se inició un ciclo de industrialización ligera del país porque el Estado mexicano invertía en donde se requería si la Iniciativa Privada no lo hacía debido a la poca ganancia, porque creaba empresas para coadyuvar al desarrollo integral de la economía nacional, generando condiciones protectoras para que la incipiente industria mexicana madurara y en corto tiempo fuese competitiva con el exterior, para lo cual creó barreras arancelarias; el motor de nuestra economía era la producción para el mercado interno guiado por el Estado mexicano.
En esta etapa el elemento que facilita las condiciones para que la economía nacional tenga su mejor momento histórico, es el desarrollo de la segunda guerra mundial.
El aparato productivo de los E U A se concentró  en la producción de insumos para la guerra, lo que trajo como consecuencia que la producción de mercancías no bélicas se viera reducida.
La situación económica, política y social en México fue favorable sobre todo debido a la actividad económica de 1940, en la que se incrementaron las exportaciones hacia E U A, se logró  una tasa de crecimiento del 7%, esta etapa se llamó el milagro mexicano.
La Balanza de Pagos fue favorable a México, se abatió  el desempleo, las importaciones eran mínimas y logramos la máxima estabilidad y desarrollo social, además, debido a esto  había credibilidad política 
México contribuyó con minerales para las industrias bélicas y miles de trabajadores (braceros legales), que levantaron las cosechas agrícolas y conservaron las vías férreas en E U A durante la guerra, lo que generó el ingreso de grandes cantidades de dólares al país.
Se desarrolló socialmente una idea nacionalista y de unidad nacional definida e impulsada por los medios de difusión, como la radio, el cine con películas como “Mexicanos al Grito de Guerra”, canciones como “Soy Puro Mexicano”.
Entre los años 1944 y 1945 se crearon instrumentos financieros y políticos como el Fondo Monetario Internacional (F.M.I.), la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.) y el Banco Mundial (B.M.) que actuarían desde su nacimiento en favor de los intereses económicos y  consecuentemente políticos de los Estados Unidos.
En este período había un alto poder adquisitivo del salario de los trabajadores porque había eficiencia y productividad en la producción y lo más importante: se producía riqueza material sea, mercancías.
El Estado mexicano veló por el desarrollo y protección de los trabajadores mexicanos generando políticas de protección al trabajo y creo una amplia infraestructura para proporcionar salud, educación y vivienda a los trabajadores; creación del IMSS, FOVISSSTE, INFONAVIT, IPN, SSA, DIF.
Había políticas específicas para la generación de empleo, de industrialización, de ciencia y tecnología para apoyar a nuestra industria; la educación, para la ciudad y el campo.
La distribución de la riqueza producida se repartía entre los mexicanos y no había tanta concentración de la misma.
Se generó una clase media productiva que interactuaba en las cadenas productivas de la producción nacional.
El Congreso de la Unión legisló para proteger a las incipientes empresas mexicanas y fue la Ley de Fomento Industrias Nuevas y Necesarias (1955) la que permitía la instalación de empresas extranjeras que vinieran al país a producir lo que se  necesitaba en el país y se tenía que importar; para que lo hicieran, la Ley otorgaba estímulos para atraer a los inversionistas extranjeros: les dotaba de infraestructura, terreno, agua, luz, vías de comunicación, les exentaba de impuestos por diez años, que podían ser prorrogables, se les proporcionaba la fuerza de trabajo capacitada para la realización de sus actividades con una sola condición que al cabo de unos años de haberse instalado en el país, sus productos finales deberían de contener mínimamente un  porcentaje del 25 % de insumos y productos mexicanos de su producción total;  esto hacía que se crearan cadenas productivas de origen nacional, generando una clase media productiva nacional y en consecuencia se creaban empleos productivos.
El campo mexicano producía y satisfacía plenamente las necesidades de los mexicanos y hasta exportábamos los excedentes para el mercado exterior. Se creó una banca de fomento y desarrollo para apoyar con financiamientos blandos al campo, a la industria y a la ciudad (BANRURAL, BANOBRAS, NAFIN,  BANCOMEX).
La inversión extranjera era regulada por las  leyes mexicanas (Ley de Inversiones Extranjeras) y ésta sólo permitía hasta el 49 % de la misma en territorio nacional, esto para proteger nuestra economía y las decisiones soberanas de la Nación.
Se creó el IPN y centros de investigación para respaldar a la incipiente industria nacional con ciencia y tecnología, tales como: el Instituto Mexicano del Petróleo, (IMP), Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE),  el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ).
La moneda mexicana era estable y durante 22 años no sufrió devaluación alguna, permaneciendo durante este tiempo en $12.50 pesos por dólar; México era ejemplo de Nación para el mundo. Había seguridad, uno podía transitar a altas horas de la noche por la ciudad sin problema alguno.
El capital productivo era el dominante. El Estado mexicano era rector de la economía y era  el motor de la misma. Claro había explotación del hombre por el hombre y no se satisfacían todas las necesidades de los mexicanos, pero estábamos mejor que hoy.
Las empresas paraestatales fueron determinantes para el crecimiento y desarrollo económico del país, creándose la cantidad de 1155 hasta el 1º de Diciembre de 1982.
Las mismas se crearon por alguna de las siguientes razones: “...fomentar la estabilidad y el desarrollo económico, defender y explotar ciertos recursos estratégicos, promover la planta productiva nacional, promover la producción de ciertos insumos y servicios necesarios para el desarrollo de otras actividades, prestar determinados servicios públicos, apoyar la realización de actividades de investigación científico-tecnológicas, garantizar el abastecimiento de productos agrícolas y evitar su encarecimiento, asegurar la creación de empleos, confiar a las entidades públicas sectores con rendimientos decrecientes, corregir o impedir, la acción nociva de los monopolios, proporcionar servicios que la iniciativa privada ha sido incapaz de financiar, desarrollar determinados sectores cuyo monto de inversiones o el período de maduración de las mismas no resultan atractivos para la iniciativa privada, defender aquellos sectores afectados por una intensa competencia externa, promover el bienestar y equidad sociales, fortalecer la soberanía nacional y la rectoría económica del Estado, entre otras.”
En general a este modelo económico se le denominó  “industrialización basada en la sustitución de importaciones” (ISI) y se aplicó desde 1940 hasta el 1de Diciembre de 1982 en que se cambió por el modelo económico actual denominado neoliberal (NL).
En los diferentes sexenios, desde 1940 hasta el del Presidente José López Portillo se les dieron otros nombres: de 1940-1954 Primario Exportador, de 1954-1970 Desarrollo Estabilizador, de 1970-1976 Administración Compartida y de 1976-1982 Exportación Petrolera; esto dependiendo de la estrategia en particular seguida por el gobierno en turno.
El modelo de industrialización basada en la sustitución de importaciones tuvo serios reveses porque la clase capitalista impulsada por el Estado mexicano, al tener un mercado cautivo  y protegido durante cuatro décadas, no puso atención en la constante innovación, en la modernización de la planta productiva lo que se tradujo en la producción de mercancías con altos costos de producción y de mala calidad. La clase capitalista mexicana creció y se desarrolló de la mano del Estado mexicano y no fue capaz de ser competitivo; no actúo como clase capitalista que tenía que ser productiva y el ser productivo es abaratar constantemente los costos de producción, producir en serio y en serie con eficiencia y calidad; la incipiente clase capitalista mexicana, en su mayoría no lo logró, a pesar de contar durante más de cuarenta años, con el apoyo del Estado mexicano en la mayoría de los renglones.
EL MODELO ECONÓMICO NEOLIBERAL Y SUS CONSECUENCIAS
Hoy, el modelo que se aplica desde hace treinta años es el modelo conocido como neoliberal  (NL) y las consecuencias del mismo son, entre otras las siguientes:
El Estado mexicano paso a servir a los intereses del capital, fundamentalmente al capital financiero y trasnacional.
El Estado, abdicó de su función rectora de la economía y permitiendo que las decisiones económicas se den en el mercado sin su intervención.
El mismo vendió, transfirió, fusionó  o se desincorporó a casi 1155 empresas paraestatales, las cuales en su tiempo generaron la cuarta parte del empleo y un tercio de la riqueza producida en el territorio nacional, transfiriendo activos nacionales, producto del trabajo de millones de mexicanos, a manos privadas, (hoy sólo quedan unas cuantas empresas emblemáticas entre ellas PEMEX, CFE.
Se privatizó la banca, la cual quedó casi en su totalidad en manos  extranjeras y a la fecha, no brinda los apoyos necesarios a los empresarios mexicanos para producir y sólo se dedica a especulación.
Se adelgazó al Estado mexicano y se dejó  que el motor de nuestra economía se basara en la Iniciativa Privada con el propósito de producir para satisfacer las demandas del mercado externo.
La producción actual está orientada a satisfacer las necesidades del exterior y sólo unas cuantas empresas lo hacen, en su mayoría de capital trasnacional, y nuestro país actúa como una plataforma de exportación en donde los inversionistas extranjeros traen de sus países de origen, los productos e insumos y los ensamblan en nuestra Nación, dejando solamente los salarios que se pagan a los trabajadores mexicanos, por cierto muy bajos comparados con lo que pagan en sus países de origen.
El campo mexicano ya no produce lo suficiente y hoy tenemos que importar hasta en un 45 % del total de los alimentos que consumimos de otras naciones para satisfacer nuestras necesidades básicas. Importamos: maíz, frijol, arroz, trigo, soya entre otros productos del campo y por supuesto, productos procesados.
En el sector energético, de cada 10 litros de gasolina que se consumen en territorio nacional, 4 son de importación, debido a que hace más de 30 años que no se crea una nueva refinería en nuestro país y por si esto fuera poco, hasta importamos derivados del petróleo, además de gasolinas, aceites, grasas, polietilenos, y demás derivados del petróleo.
Hoy se permite la inversión extranjera hasta el 100 % y tiene libertad total para su libre movimiento. Para lo cual fue modificada la Ley de Inversiones Extranjeras.
Los bancos limitan los  préstamos para la producción de bienes materiales y en cambio dan todas las facilidades para la inversión en el sector financiero, sea para la especulación y el consumo.
El capital financiero es el que controla hoy a la economía por lo tanto no se producen bienes materiales, o si se llega a producir, la producción  material es mínima.
Del 1o de Diciembre de 1982 a la fecha, la Nación mexicana vive en constantes crisis de todos tipos, es una constante en nuestra realidad y ha tenido efectos devastadores para la mayoría de los mexicanos: destrucción de empleos, reducción y desaparición de salarios y prestaciones, concentración de la riqueza en unas cuantas familias, desindustrialización del país, destrucción de la planta productiva, tercerización de nuestra economía, destrucción de la clase media productiva, privatización de la economía (salud, educación, energía, biodiversidad…). Recuérdese producto de la crisis del 2008, en donde decreció la economía en 6.54 %, entre otros resultados, el Estado mexicano aceptó que destruyeron más de 700 mil empleos es decir no se generaron empleos y si se destruyeron.
Las micro, pequeñas y medianas empresas han sido de las más afectadas por la política económica neoliberal, téngase en cuenta que son las PYMES las que generan la mayoría del empleo en el país (hasta un 80% del total de los empleos, aportando el 52% del PIB) y no las trasnacionales. A esto agréguesele que las franquicias trasnacionales están acabando con las PYMES nacionales por las ventajas que les ofrece el gobierno mexicano para su instalación en el país.
Nuestra moneda ha sufrido devaluación tras devaluación, recuérdese que se le quitaron tres ceros en tiempos de Salinas (CSG 1988-2004).
Los salarios han sido pulverizados y han ido a la baja y el salario real ha sufrido una pérdida considerable en su poder adquisitivo. Con este modelo neoliberal la constante ha sido la desvalorización creciente de la fuerza de trabajo. En los sesentas, setentas, quien trabajaba en la familia era el padre y con sus salario mantenía a su familia; debido a las constantes devaluaciones y pérdida del poder adquisitivo del salario de los mexicanos, la madre tuvo que ingresar al mercado laboral para completar el gasto y en nuestros días hasta los hijos tienen trabajar para aportar al ingreso familiar; creando las condiciones materiales para la desintegración de los valores éticos que unían a la familia mexicana.
El 70% de nuestra población trabajadora percibe ingresos menores a $2,860.00 mensuales y el salario mínimo en nuestro país es 9 veces menor del que se paga en Estados Unidos.
Las llamadas reformas estructurales recién aprobadas, laboral y educativa, sólo tienen un propósito: la desvalorización constante y creciente de la fuerza de trabajo que es igual al abaratamiento de la misma. A la vez que elimina los derechos y conquistas de los trabajadores.
Se ha venido privatizando la salud, la vivienda, la educación, nuestros recursos naturales y todo lo que tenga o genere ganancias beneficiando al capital. El año pasado Senadores y Diputados aprobaron la aplicación de la Asociaciones Público Privadas (APP) en nuestro país; mediante las cuales, actividades propias del gobierno, se pueden privatizar: distribución del agua, cementerios, cárceles, etc.
Se ha desindustrializado al país y se ha venido imponiendo el desmantelamiento de la planta productiva; hoy nuestra economía se ha terciarizado, es decir ya no producimos bienes materiales y por lo tanto no producimos riqueza material, lo que hacemos es transferir valor y esto hace que los trabajos productivos se generen en los países a los que les compramos y que en el nuestro sólo se generen empleos de mala calidad.
La ganancia fácil y el lucro han sido característicos de este régimen neoliberal.
Los grandes capitalistas extraen y se llevan de manera legal o ilegal, los capitales y las ganancias a sus países de origen.
Las grandes inversiones extranjeras que se hacen en nuestro país se dirigen hacia los sectores altamente lucrativos; así tenemos una banca extranjerizada; gran parte de nuestro territorio se encuentra en manos de trasnacionales; las industrias exportadoras son propiedad de extranjeros y lo que realizan, en conjunto, es un comercio interno entre la matriz y sus diversas filiales en el país. 
El gobierno mexicano para mantener las altas tasas de ganancia de las trasnacionales han mantenido bajo estricto control los salarios reales de los trabajadores desde hace tres largas décadas. Ha desmantelado y golpeado y destruido todo movimiento social que se  ha opuesto a estas políticas neoliberales.
Actualmente el Estado ha transferido grandes cantidades en subsidios para abatir la pobreza y asegurar un mínimo consumo, pero lo que realmente está haciendo es abaratar aun más la fuerza de trabajo al reducir los precios de los servicios por ejemplo el transporte de la Ciudad de México. Estos subsidios van realmente a los dueños del capital asegurando así una fuerza de trabajo barata al capital lo que a su vez asegura menores salarios para los trabajadores y mayores ganancias para el capital.
La apertura comercial indiscriminada que se dio consolidó nuestra dependencia económica con los EUA.
Casi el cuarenta por ciento de nuestra economía se encuentra en la informalidad es decir, en el empleo disfrazado, la cual se caracteriza por su baja o nula productividad, sus bajos ingresos, su uso intensivo de fuerza de trabajo, la ausencia del empleo de tecnología ya que se produce con instrumentos rudimentarios, su no registro ante las autoridades y por lo tanto su no aportación al fisco.
Hoy no existe una política industrial para el país, lo mismo que brilla por su ausencia una política de rescate del campo mexicano.
México se ha vuelto  una fábrica gigantesca productora de desempleados:
Más de 8 millones de jóvenes mexicanos que no tienen posibilidades ni de estudiar ni de trabajar, llamados los NINIS.
Más de medio millón de mexicanos que emigran al extranjero anualmente porque el país no les da oportunidades de desarrollo. Actualmente viven en EUA más de 25 millones de compatriotas (casi la cuarta parte de la población actual), porque aquí, en su país de origen no encontraron oportunidades para su desarrollo.
En los tiempos actuales los jóvenes que ingresan mercado laboral mexicano, al año, son más de 1 200 000 y con muchas dificultades se generan algunos miles de empleos.
En el sexenio de Vicente Fox 2000-2006 ingresaron al mercado laboral siete millones de jóvenes y sólo se generaron 840 mil empleos formales quedando un déficit de más de seis millones de jóvenes que no tuvieron acceso a un empleo formal.
Las personas que no logran colocarse en un empleo formal, los buscan en la informalidad; los que no logran hacerlo emigran al extranjero, pero los que no logran alguna de estas salidas se dirigen a las actividades ilícitas sea al crimen organizado: tráfico de seres humanos, contrabando de armamento, al robo de autopartes, al tráfico de órganos humanos, al tráfico de biodiversidad, la prostitución o de plano al narcotráfico que hoy por hoy es el sector más dinámico de nuestra economía, pues se calcula que el narcotráfico maneja anualmente en nuestro país más de 30 mil millones de dólares, dando empleo a más de 500 mil personas; las suma de los recursos que maneja el narcotráfico sólo es superado por los ingresos petroleros, ya que maneja recursos superiores a los ingresos por remesas, a los ingresos del sector turismo, a los ingresos de inversión extranjera directa IED.
La corrupción en el país entero es generalizada y nos hemos dado cuenta que el narco ha permeado a las altas autoridades mexicanas o que actúan coludidamente.
Ante este panorama la Inversión busca otros territorios y naciones que los pongan a salvo de tanta violencia y corrupción.
Se han socializado las pérdidas y se han privatizado las ganancias.
La concentración de la riqueza se ha polarizado, de la producida en el país, el 79 % se concentra en el 10 % de la población y el restante 21 % del PIB se distribuye entre 90 % de los mexicanos. Esta concentración de la riqueza social en unas cuantas familias es a costa de la exclusión de millones de mexicanos.  Deteriorando el nivel de vida de la mayoría de nuestros compatriotas; hay un multimillonario por cada 10 millones de habitantes actualmente en nuestro país (CEPAL 2012).
La clase media mexicana que producía ha quedado casi destruida porque no cuenta con los mínimos apoyos para hacerlo. Y la poca que resta no ha actuado en consecuencia, pues se ha vuelto una lumpen burguesía parasitaria que no ha asumido su papel de promotora del desarrollo productivo de la Nación y sólo se conforma con ser transferente de valor y no productora del mismo: compra para vender, pero no produce.
El actual modelo neoliberal ha generado más de 60 millones de pobres entendiendo como pobreza la insatisfacción de las necesidades básicas del individuo en lo económico, social y psicológico; y como país tenemos tres tipos de pobreza: pobreza patrimonial (insuficiencia de ingreso para atención de vivienda y transporte), pobreza de capacidades (insuficiencia de ingreso para atender educación y salud), y en donde hay que destacar que más de 21 millones de mexicanos se encuentran en pobreza alimentaria, es decir, que no cuentan con las mínimas condiciones de ingresos para alimentarse y poder sobrevivir porque su ingreso es inferior a un dólar el cual no alcanza para consumir 2220 calorías diarias. En esta situación se encontraba el 18.8 % de la población total en el año de 2010, información del INEGI.
El presupuesto es financiado hasta en un 40% de la renta petrolera y el resto por los asalariados y pequeños y medianos empresarios. Los grandes empresarios no pagan impuesto.
El presupuesto es una pelea entre los grupos poderosos y los gobernadores, además de la casta privilegiada cercana al gobierno federal en turno. Los límites entre capital privado y capital público prácticamente han desaparecido.
Los programas que se han implementado por el gobierno para abatir la pobreza, han sido un fracaso total. Sólo el 1.3% de los mexicanos que han logrado acceder a alguno de los 188 programas federales, han logrado salir de la pobreza.
El crecimiento promedio del modelo neoliberal en 30 años es de 2.35% con un promedio de inflación del 27% que comparado con el modelo de ISI resulta menor ya que el anterior modelo económico de 1940 a 1982 logro un crecimiento por arriba del 6% del promedio del PIB.
Mas en hoy en día quien domina el amplio espectro de la economía nacional y mundial son los oligopolios, fundamentalmente las grandes empresas trasnacionales en claro detrimento de las naciones como la nuestra.
Los partidos políticos se han divorciado de la sociedad y hoy sólo representan su interés individual o de grupo, o de un grupo o de varios en el poder, no los intereses de la sociedad en su conjunto; su quehacer político se suscribe a su participación en las elecciones.
Las luchas sociales que se han presentado a lo largo y lo ancho del país, han sido derrotadas porque han sido luchas aisladas y sectoriales, no hemos podido rebasar el gremialismo, las luchas locales, el economicismo, etc., no hemos conjuntado todas las batallas en una sola: la lucha por la toma del poder, la lucha política. Esto en parte se debe a que entre los actores de estas batallas no hay discusión, no existe formación política clasista, no existe un compromiso más allá del gremio o la localidad, no existe esa visión de largo alcance porque no hay formación teórica en nuestros luchadores sociales y por eso vemos que para la mayoría de los mismos, la lucha es esencialmente electoral, craso error porque ni siquiera existe claridad que cuando están apoyando a un candidato, por muy buena onda que sea o que nos caiga bien por sus atributos, éstos van a representar y personificar los intereses del capital, sea a nuestro  enemigos de clase, ya que los procesos electorales son mecanismos creados por la clase hegemónica para coaccionar y controlar a la sociedad y mantenerse en el poder; los procesos electorales no son procesos de liberación de la sociedad.
Podemos afirmar que no existe una izquierda en nuestra Nación que sea anticapitalista, anti sistémica, revolucionaria. Lo que existe es una izquierda capitalista que da vigencia y refuncionaliza  al sistema  de explotación del hombre por el hombre. En los hechos, no ha existido diferencia entre un gobierno de derecha y los que se autonombran de izquierda, ambos dos, están al servicio del capital.
El país se está cayendo a pedazos y lleno de sangre, retomemos las riendas de nuestro destino como Nación, volvamos a pensar por nosotros mismos como uno sólo, porque somos uno aunque pensemos diferente.
La Nación nos exige unidad de acción, nos exige disciplina y organización, nos exige trabajar conscientemente por nuestra liberación que es la liberación de la misma. La tarea es colectiva y todos estamos invitados a transformar el modelo económico actual por una que vele y genere bienestar para todos los mexicanos y mexicanas.
PROPUESTA DE MODELO ECONÓMICO ALTERNATIVO AL NEOLIBERALISMO EN MEXICO.
La población mexicana merecemos vivir mejor porque nuestro país es un cuerno de la abundancia con grandes riquezas ya que contamos con aguas, nos rodean los dos grandes océanos del planeta, al Oriente el Océano Atlántico y al Este el Océano Pacífico, amén de lagos, lagunas y ríos que surten del preciado líquido gran parte de nuestro territorio; tenemos selvas, zonas tropicales, templadas, frías y hasta desiertos; contamos con minerales de todos los tipos, oro, plata, bauxita, hierro y hasta minerales radioactivos; contamos con grandes reservas de petróleo y gas tanto en tierra como en nuestros mares; poseemos un territorio grande (aproximadamente 2 millones de km2); contamos con vientos y gran parte de nuestro territorio es irradiado con luz solar; contamos con una rica, gloriosa y única historia de nuestros antepasados; tenemos gran diversidad de especies endémicas, flora y fauna; ¡Qué no tenemos! y lo más importante, somos una población grande, numéricamente hablando, noble y trabajadora, pero a pesar de poseer todas estas riquezas nuestra Nación, es decir los que en ella habitamos de 115 millones de habitantes, más de 60 millones de mexicanos y mexicanas vivimos en la pobreza con una juventud sin futuro sin garantías de educación, sin garantías al acceso a un empleo y en general, a los mínimos de bienestar  social
Es mediante la política económica, modelo, que se formulan las directrices y lineamientos por medio de los cuales el Estado-Gobierno, orienta y regula los procesos económicos de un país. En la política económica se definen los criterios básicos que dan sustento a una estrategia general de desarrollo para encauzar la economía, mediante la combinación de los instrumentos de política económica para lograr el bienestar de la sociedad.
Nuestra propuesta considera los siguientes elementos: cambiar el modelo económico por uno realmente al servicio de la sociedad en su conjunto.
El objetivo es mejorar el nivel de vida de la sociedad mexicana, para lo cual hay que lograr:
Incentivar la productividad y la eficiencia de la producción nacional. Constante innovación científico-tecnológica, asimilación del desarrollo tecnológico a la producción de bienes materiales.
Elaboración de programas inter y transectoriales de largo plazo, teniendo como eje el desarrollo y crecimiento económico del país con el objetivo de: acabar con la miseria en nuestra nación en el mediano plazo.
Recuperar al Estado como rector de la economía y con fuerza legal para orientar las actividades económicas de la nación. Activa intervención estatal en la económica para equilibrar los factores de la producción (tierra, trabajo y capital). Eliminando las políticas impositivas del FMI, BM, BID.
Nacionalización de la banca para crear una de servicio a la sociedad y en especial a los sectores productivos con créditos blandos y de largo plazo, lo que implica modificar la política bancaria vía actualización de la ley, acorde a las necesidades de la producción.
Nacionalización de las empresas estratégicas para el desarrollo y el crecimiento económico de la Nación: para ponerlas al servicio de la producción nacional. Sistema financiero y bancario, Ferrocarriles, Transporte terrestre, aéreo y marítimo, Industria metalmecánica, industria minera, industria eléctrica, Industria alimentaria, PEMEX, entre otras
Nacionalización de la banca para crear una de servicio a la sociedad y en especial a los sectores productivos con créditos baratos y a largo plazo lo que implica modificar la política bancaria vía actualización de la Ley Bancaria acorde a las nuevas necesidades de la sociedad.
Expropiación del capital de las administradoras del fondo para el retiro AFORES, regresando al concepto de administradoras sociales, “legislado en 1996” en la que los trabajadores se hacen cargo de sus propios recursos, tal capital equivale hasta el momento de 2.8  billones de pesos en las subcuentas de retiro y de vivienda.
Fomento e intensificación de cadenas estratégicas en la producción hacia adelante y hacia atrás, acorde a las nuevas condiciones tecnológicas.
Reindustrialización e industrialización sustitutiva de importaciones, producir lo que hoy estamos importando: granos y alimentos, derivados del petróleo como son las gasolinas, aceites y grasas.
Producir para surtir desarrollar y fortalecer, en primera instancia al mercado interno. Lograr la autosuficiencia en todos los sectores, y solo después para la exportación.
Impulsar el desarrollo de una revolución productiva y cultural. Repatriación e integración de talentos mexicanos que laboran en México y otros países para que participen bajo un programa nacional integral para resolver los problemas del país en ciencia y tecnología. Se propone la creación de la “Ciudad de las Ciencias”  donde se tenga todo lo indispensable. También será necesario colocar a la cultura en la agenda económica nacional, toda vez que consolida mecanismos de identidad, fortalece la cohesión social, sustenta un desarrollo integral duradero y promueve un sano equilibrio entre la sociedad civil, el gobierno y la activad productiva.
Aceptar sólo la inversión extranjera directa que vaya dirigida a la producción y que contemple la participación de pequeños inversionistas y proveedores mexicanos. Con una nueva ley en este renglón que permita inversión extranjera hasta el 49% del total fijando un periodo de cinco años para que los componentes de la producción total sean 50% mexicanos,
Apoyo total e irrestricto a los sectores productivos nacionales, tal como lo hacen las naciones desarrolladas, con subsidios y protección. Para lo cual es necesario crear un organismo federal que garantice a las pequeñas y medianas empresas los apoyos: legales, financieros, fiscales y su protección total.
Fomento de la economía solidaria dando las garantías fiscales especiales que faciliten la constitución y desarrollo de cooperativas, uniones de crédito y todo tipo de figuras afines con una meta inicial de cien mil de estas al año.
El gasto social deberá  canalizarse paulatinamente a la producción de bienes materiales.
POLÍTICA EXTERIOR
Abrogar el Tratado de Libre Comercio (TLC) o, en su defecto, suprimir las cláusulas que nos obligan a no producir y que nos han dejado como país productor de fuerza de trabajo barata, surtidor de materias primas y energía; creando una relación más justa y equitativa, con el propósito de recuperar la soberanía nacional; permitiendo el libre tránsito de las personas, de las mercancías y del capital.
Reorientar la Integración económica, política, social, científica y cultural con las naciones de Latinoamérica, desarrollando un sistema de relaciones económicas sobre la base de igualdad soberana y beneficio mutuo; permitiendo el libre tránsito y radicación de las personas entre las naciones.
En suma: recuperar el Estado de Bienestar para hacer de nuestro país una Nación de iguales, incluyente, soberana, democrática, plural, solidaria, libertaria, con crecimiento y desarrollo económico, altamente eficiente y productiva.
Todo ello sustentado en una formación educativa integral de los mexicanos, haciendo énfasis en una relación con la producción.

CONGRESO SOCIAL HACIA UN NUEVO CONSTITUYENTE
COMISION DE REDACCION

Enero, 2013.

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